09.50 horas. Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, ha asegurado que el Gobierno no ha tenido nada que ver con el aplazamiento del Barcelona-Real Madrid. Le pasó a Vinnie Jones, el hombre que fue condenado a 100 horas de trabajos para la comunidad por morder la cabeza a su vecino y capaz de retorcer los testículos al mismísimo Paul Gascoigne. Está viviendo el Barcelona esta temporada un curioso cambio de paradigma sólo interpretable a partir de dos aspectos: el económico («no tenemos 100 millones para fichar a un crack», fue lo que dijo Valverde tras obtener la cesión del central colombiano Jeison Murillo), pero también el emocional. «No tengo ningún problema con mis ex compañeros. Solo en la delantera gana el Madrid claramente, aunque Griezmann sería titular en el Madrid sin ningún problema (con permiso de Guti, claro). Lee aquí todos los detalles de la que sería la respuesta del Barcelona. Hay un momento en que los tipos duros, acostumbrados al teatrillo del fútbol, cansados de fechorías, se ven también haciendo cine.
Posteriormente, su enfrentamiento continuó más allá del terreno de juego y tuvo otro episodio en el entrenamiento del lunes de la selección de Inglaterra, situación que acabó con el castigo de Gareth Southgate a Sterling, que no jugará el próximo partido de los pross contra Montenegro. Glorioso caos. Pero que nadie hable de las atrocidades del fútbol moderno, porque el antiguo también tenía sus cosas. Nada ni nadie importaba. Aunque nada como lo vivido en el descanso de los cuartos de final de la última Champions en Turín. Aunque, en el Camp Nou, ya nada extraña. En el partido que enfrentó al Barcelona con el Valencia en el Camp Nou se amontonaron, sin ton ni son, épica y pobreza; historia y estupor. Así, el experto en patrocinio deportivo argumenta que «esta crisis reputacional se concentra en Barcelona y su área de influencia, mientras que los impactos puramente deportivos sí tienen un impacto más global».
Creo que es el equipo ideal para ganar títulos. Es muy difícil porque son partidos imprevisibles pero creo que ganará el Barcelona, si juega como sabe hacerlo. Y en el fútbol no creo que haya muchos», admite. Eso fue lo que le dijo al diario Bild el pasado mes de septiembre, cuando pensaba que, a sus 31 años y en el Sassuolo italiano, el fútbol podía llegar a su fase crepuscular. Ha preferido parar en la élite sin estirar de más su carrera, 17 años después de debutar con la Real Sociedad en Primera. Primero fue el Sao Paulo del gran Raí ante el ‘Dream Team’ de Cruyff en 1992 y después el Internacional de Porto Alegre en 2006 con el Barça de Rijkaard y Ronaldinho. Según avanzó el periodista Oriol Domènech en Catalunya Ràdio, el futbolista de 21 años se ha decantado por la propuesta del Barcelona. El mismo verano en que fichó por el Barcelona, a cambio de 20 millones de euros y a pocos meses de cumplir 31 años -«un premio a mi carrera, que quizá llegó un poco tarde»-, el defensa admitía a quien le preguntaba que, de vez en cuando, sacaba el paquete de tabaco.
En la imagen, vestido de calle y con las botas en la mano, se despedía del fútbol («beautiful game», decía) a sus 35 años y con suculentas ofertas del propio Bayern y también de Italia, Inglaterra y China encima de la mesa. Era una mezcla de timidez con la necesidad de no involucrarse demasiado con la parafernalia del fútbol. El portugués estuvo providencial con un tanto que llegó tan solo dos minutos del empate del Barça. De sumar el tanto 21º tanto en los últimos cuatro partidos de Liga. La batalla táctica se la llevó Zidane, cuya apuesta por cuatro centrocampistas, con Isco como enganche, hizo que los blancos dominaran el choque en todo momento, mientras que Valverde, que puso a Sergi Roberto en el medio, vuelve a quedar señalado. Bendito destino. El día en que el Barça vuelve a jugar un partido fuera de casa en la máxima competición continental -tres derrotas en sus últimos cuatro partidos a domicilio-, Mathieu, ahora «liberado», es quien está en el otro bando. El propio Mathieu, limitado por sus dolencias crónicas en el tendón de Aquiles, se refugió en la camilla y aguardó con nulo éxito a que Ernesto Valverde, que fue quien lo reconvirtió en central en el Valencia, lo mantuviera en la plantilla.
Luis Enrique decidió que el francés nunca más se calzaría las botas mientras él fuera su entrenador. Nunca hubiera podido imaginar que estaría ayer posando con la camiseta azulgrana. Como muestra, el gol de Modric que cerró el partido, con medio equipo azulgrana de brazos cruzados. Porque los dirigentes azulgrana establecieron una línea roja en la debacle barcelonista en el Olímpico de Roma, donde los azulgrana cayeron eliminados en la pasada Champions. 7′ En fase defensiva, el Atlético cierra por dentro con tres centrocampistas, con una línea defensiva paralela de cinco hombres. «Pero debería hacer algo en la línea de Denzel Washington». Puestas, son rostros enfrentados y una leyenda: «Fernando Torres. Busquets es baja por sanción mientras que Dembélé, Semedo y Jordi Alba lo son por lesión. La norma se extiende a otros deportes en los que las dos firmas tienen presencia: desde el baloncesto al atletismo, pasando por el balonmano o el tenis. «Hemos sido unos pardillos», clamó entonces uno de los dirigentes de mayor peso en el club, que no se preguntaba por qué Dembélé jugó aquella noche sólo los últimos ocho minutos, sino por qué Paulinho no salió del banco. “Hay maratones más rápidas, que no tienen que hacer concesiones a la vistosidad del circuito, pero igualmente es un circuito rápido, para que un ‘popular’ pueda lograr su mejor marca.
Si tiene prácticamente cualquier problema con respecto a dónde, junto con consejos sobre cómo emplear camisetas de futbol 2021 , puede enviarnos un correo electrónico en nuestro propio sitio de Internet.